Si ya tienes una hipoteca, puede que te preguntes si se puede mejorar sin tener que cancelarla y empezar desde cero. La respuesta es sí. Existen dos herramientas clave para hacerlo: la subrogación y la novación hipotecaria.
Ambas permiten cambiar las condiciones de tu hipoteca actual para pagar menos, adaptarla a tu situación actual o mejorar lo que te ofrecieron en su día. Vamos a verlas en detalle:
¿Qué es la subrogación hipotecaria?
La subrogación es el cambio de banco con tu hipoteca actual. Es decir, transfieres tu hipoteca de una entidad a otra, que te ofrece mejores condiciones. Con la subrogación puedes:
- Bajar el tipo de interés (fijo o variable)
- Reducir la cuota mensual
- Ahorrar miles de euros a largo plazo
- Conseguir más flexibilidad en plazos y vinculaciones
Este proceso no implica firmar una hipoteca nueva, sino modificar la existente cambiando el acreedor. Se mantiene el capital pendiente y no suele haber comisión si han pasado al menos 3 años desde que firmaste.
¿Y qué es una novación hipotecaria?
La novación es cambiar las condiciones de tu hipoteca actual dentro del mismo banco. Es útil si tu banco está dispuesto a renegociar contigo.
Con una novación puedes:
- Cambiar de tipo de interés variable a fijo o viceversa
- Ampliar o reducir el plazo
- Añadir o quitar titulares
- Modificar el importe pendiente (por ejemplo, incluir reformas o reunificar deudas)
El banco tiene que aceptar la novación y, en muchos casos, tú mismo tienes que solicitarla y justificar por qué te interesa el cambio.
¿Qué opción me conviene más?
Depende de tu caso concreto. Si tu banco no te mejora nada o te pone trabas, la subrogación puede ser la mejor vía. Si te hacen una buena oferta y quieres evitar papeleo, la novación puede ser más sencilla. En ambos casos, el ahorro puede ser muy importante si se hace bien.
¿Te ayudo a decidir?
En JJREDGAR, Soluciones Financieras, analizamos tu hipoteca actual sin compromiso y te decimos si es posible mejorarla, ya sea por subrogación o por novación. Y si es viable, te acompañamos en todo el proceso, desde la negociación hasta la firma.
Escríbeme hoy mismo y revisamos tu caso. Podrías estar a un paso de ahorrar cientos de euros al año sin cambiar de casa.